Quiero compartir con vos una de las experiencias más increíbles que viví: la excursión al imponente Cerro Tronador, en la cordillera de los Andes.
Este viaje fue una mezcla perfecta de naturaleza, desafío físico y libertad total. Desde el primer momento, el Tronador me recibió con su majestuosidad: glaciares colgantes, el sonido profundo de sus desprendimientos —que le dan nombre— y paisajes que te dejan sin palabras.
Te invito a recorrer la galería de imágenes que armé de esta aventura. Cada foto tiene una historia, un esfuerzo, un suspiro o una carcajada. Es mi forma de mostrarte lo que viví, de invitarte a subirte a esta travesía conmigo.
Pero esto es solo el comienzo. Este espacio está vivo, y se va a ir llenando de nuevos destinos: ciudades, montañas, costas y rincones del mundo a los que llevo mi bicicleta como aliada, testigo y motor de mis viajes. Porque más allá del lugar, lo importante siempre es cómo lo vivís… y yo elijo pedalear cada experiencia.
Gracias por estar acá. Nos seguimos encontrando en cada historia, en cada kilómetro compartido.